martes, 15 de julio de 2008

"Esto fue lo más difícil que viví en el fútbol"


Esta vez el llanto purifica. Las lágrimas traen alivio y la carga se esfuma en cada palabra que pronuncia. "La Promoción, la Promoción, se va a la puta que lo parió...". Facundo Sava canta, se abraza con sus compañeros, se quiebra y se lleva las manos a la cara. Todavía dentro de la cancha y rodeado de hinchas, el líder de este Racing de los sufrimientos no puede separar al referente del fana de la Academia. Por primera vez desde que llegó al club, el delantero de 34 años pierde la compostura y se permite festejar, dejar de ser el ejemplo de serenidad para los más pibes y disfrutar la permanencia. Es que el Colorado masticó angustia durante todo el campeonato porque los goles no llegaban (apenas hizo cinco) y apareció en el momento justo, en la Promoción ante Belgrano. En la ida, marcó el gol del valioso empate y ayer fue de lo mejor y asistió a Maxi Moralez para el 1-0 de la permanencia. Por eso el grito furioso al cielo.

Esto fue lo más difícil que viví en el fútbol. La peleamos... Estoy orgulloso de este plantel, de todos estos chicos que dieron todo para sacar a Racing adelante , explicó un Facundo conmovido, quien dejó la comodidad europea para jugársela en el club de sus amores y sufrió más de la cuenta. Claro, acostumbrado a la prolijidad de Boca, Fulham de Inglaterra o Celta de España, Sava se bancó todos los problemas extrafutbolísticos de un equipo gerenciado y siguió adelante sólo por su amor a la camiseta. Dejamos a Racing en el lugar que tiene que estar. Es una satisfacción porque tuvimos muchos inconvenientes. Esperemos no volver a pasar esto , siguió el 9.
Y quizá se despidió por la puerta grande. Ovacionado por más de 40.000 personas, abrazado en cada paso hacia su auto. El vínculo de Sava con Racing ya terminó y habrá que ver si hay renovación. Lo miran de Israel y varios equipos del país, aunque el Colorado aún no se decide. Lo cierto es que la inminente ida de Blanquiceleste les da algo de esperanza a los hinchas, que no quieren despedir al delantero que puso el pecho en los momentos más difíciles. Hay lágrimas sí, pero de salvación...

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