Antigona:- Oh tú me has invocado. Qué quieres saber de mi, mas yo no acultaré nada aunque de esta forma los dioses posen sobre mi su ira.
Stockman:- Te he invocado en busca de ayuda, de consuelo a mi lucha cotidiana contra las nefastas autoridades y la irreverente masa.
Antigona:- Oh no llameis irreverentes a los únicos capaces de sentir compasion hacia quien, como canto de ruiseñor en la mañana, intentaba hacer un bien al querer darle un santo sepulcro a su hermano, sangre de su sangre, hijos ambos del mismo y desdichado padre y hermano a la vez.
Stockman:- En mi caso no es así querida Antigona, conozco tu historia como si fuera mía, conozco tu dolor como si lo hubiera sufrido, conozco tus lágrimas como si yo las hubiera llorado y conozco al pueblo que te ayudocomo si los hubiera visto varias veces.
Antigona:- No sufras mi dolor, oh desdichado ser. Los dioses marcan un destino y este jamás será cambiado. Quien me mando a matar en un acto de necedad. Necedad ciega e imprudente, no tuvo un buen fin como sabrás, era un buen gobernante mas no podia ver, pués más alla de los ojos que nos guian en el camino, más allá de los ojos que miran sin cesar, existen ojos mucho más importantes que VEN y esos Creonte los tenía tapados. No dejes que te pase lo mismo que a él, actúa siempre con cautela pensando en los demás no en tí solamente.
Stockman:- Antigona siente un parecido tan estrecho entre nosotros que me da escalisfríos tan solo de pensar en tu muerte. Pero escucha ésto, desde que empecé mi lucha jamás tuve tiempo de pensar en mí ¿Puedes creerlo? Me odian por querer ayudarlos.
Antigona:- ¡NO! No te compares conmigo, no te llevaría a buen puerto, no es lo correcto. Yo seguí la lucha hasta el ultimo suspiro por mi hermano, por quien llevaba dentro de mi corazón. Tú, desgraciado hombre, no te recomiendo que bajes los brazos como quien deja a su rival sin luchar ganando la batalla, persevera, pero desde un lugar más escondido no tan evidente y ofensivo.
Stockman:- ¿Lo que tu dices es que siga mi lucha, sin asambleas, sin carteles, sin marchas?
Antigona:- Creo que es lo mejor, en algún momento conseguirás a quienes como tú quieran luchar contra el gobierno. Gobierno que como arenas movedizas tapan la verdad, tapan que detrás de sus palabras hay vacío producido por sus frases efímeras y mentirosas.
Stockman:- ¡Claro! Me has dado la mejor de las ideas. Apaciguaré mi lucha, crearé una escuela de librepensadores, quienes al igual que yo querrán lo mejor para su patria y me acompañaran en ésta lucha.
Antigona:- Me alegra como primer rayo de sol de la mañana haberte ayudado. Debo irme, persevera y triunfarás, recuérdalo. Adiós.
Stockman:- Adiós, espero lograr mi cometido, si triunfo ambos triunfaremos mujer.
Hacia mucho que lo tenia que subir, pero bueno. Acá esta.
martes, 12 de agosto de 2008
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